Para las personas que tienen un turno continuo de mañana o de tarde, llevar la comida al trabajo no supone ningún tipo de problema, ya que si tu turno es por ejemplo de 7 a 15h, puedes comer en casa tranquilamente, y si entras a las 15 hasta las 23h, puedes comer antes del trabajo y cenar cuando llegues. El problema está en los turnos partidos o turnos dobles, que tenemos que comer forzosamente en la mesa de oficina.
Si nuestros horarios son muy cambiantes, y no siempre comemos en el trabajo, puedes permitirte comer en algún sitio de comida rápida que esté cerca o llevarte un bocadillo o algo que no requiera mucho esfuerzo culinario, pero si tienes un horario fijo y siempre tienes que comer en la oficina, no debes permitir comer siempre algo que no sea saludable, todo lo contrario, debes aprovechar y comer más sano. Para ello vamos a dar una serie de consejos a seguir para que se pueda comer cada día en la oficina sin descuidar la alimentación.
Consejos para comer en la oficina de manera sana
Prepara la comida la noche anterior
Según estudios, preparar la comida después de haber cenado nos dará una clara perspectiva sobre qué comer en la comida principal del día siguiente y la cantidad que necesitaremos comer.
Tentempiés saludables
Intenta no tener a la vista comidas poco saludables, como snacks, dulces o bocados muy salados. Puedes guardarlos en un armario de oficina. Para quitarnos el gusanillo podemos comernos unos pocos de frutos secos como avellanas o almendras o algunos snacks o barritas de chocolate bajas en grasa.
Protege tus sentidos
Es complicado escapar de la publicidad de comidas, bien sea porque las ves asomándote por la ventana o bien por las redes sociales, ¿y a quién no le ha entrado hambre mirando la publicidad de lugares de comida? Para ello, podemos combatir el hambre con unos simples snacks saludables o haciendo uso de una botella de agua, y así poder aguantar los últimos ratos en la oficina.
Está demostrado que ver u oler comida apetecible desencadena una respuesta que condiciona a nuestro interior a consumirla, y con ello aumenta la frecuencia cardíaca, la salivación y la actividad gástrica, y por este motivo tenemos hambre cuando olemos o vemos una comida.
Conviértete en el abanderado de la alimentación sana
Es muy típico que en el área de descanso haya siempre comidas insanas, como dulces o caramelos, tú puedes marcar la diferencia y sorprender al resto de compañeros con un bocadillo saludable o unas buenas piezas de fruta. Además de mejorar la alimentación, mejorará las relaciones laborales, ya que llevar comida al trabajo siempre es un gesto de cortesía.
Tómate un respiro durante la comida
Cuando llegue la hora de comer, se recomienda dejar de trabajar completamente, ya que si comemos pendiente de alguna otra tarea, el cerebro no procesa lo ingerido y tardamos menos tiempo en tener hambre, para evitarlo, debemos estar pendientes de comer, y dejar trabajo, móviles y todo lo que nos pueda distraer de lado hasta haber comido.
No te prives de pequeños placeres de la vida
Un último consejo para poder tener una alimentación más saludable en la oficina, es que hay que disfrutar un poco, por tanto saltarse la dieta de vez en cuando es algo que puede hacernos cumplir nuestras metas de alimentación saludable. El problema de “solo esta vez” es únicamente cuando pasa a ser algo recurrente.
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